...alguna vez había pensado en ir a algunas de las fiestas a las que iba su madre, ella misma le había contado que en mas de una ocasión se colaba algún joven pervertido que contaba alguna trola para conseguir un polvo. Pero el no, siempre pensaba en el sexo, pero no se podría acostar con cualquiera, la sola idea de ligarse a alguna señorona madurita y descubrir a la hora del sexo oral que esa señora no se cuidaba el pubis, o que sobresaliera el vello por los bordes de las bragas o que oliera mal le hacia quitarse esa idea de la cabeza.
Aun era pronto, la tarde noche seria muy larga y tenia todo el piso para el solo, así que decidió hacer una de sus
“sesiones caliente-frío”, Daniel era muy friolero, era de los típicos que cuando iba por las mañanas a trabajar en pleno invierno en su coche si le venían ganas de tirarse un pedo de los pestosos se lo tiraba y ni siquiera abría las ventanillas,pero cuando estaba excitado la cosa cambiaba, las “sesiones caliente-frío” consistían en poner el compact de Brian Eno, Music for Airports, y poner el equipo de música en formato repetición, para que las sesiones fueran todo lo largo que el quisiera, luego llenar la bañera con agua caliente y meterse ahi hasta que el
agua se enfriara, aguantar todo el tiempo posible, por que ese era el clímax, por mucho frío que tuviera, ese era el momento en que toda la excitación física se convertía en excitación mental, ahi era cuando tenia realmente las mejores fantasías sexuales, ahi era cuando llegaba a la conclusión de que estaba en el mundo para fornicar, follar,joder y chupar, para complacer a alguna mujer que se dejara hacer todo lo que el tenia para ofrecer.
Luego, cuando llegara el bajón, solo tenia que quitar el tapón de la bañera, abrir el grifo del agua caliente, volver a poner el tapón y volver a empezar.
La sesión de hoy estaba siendo, contra pronostico, diferente, estaba excitado, pero además de el, la sesión tenia a otra protagonista,Carla, no podía quitársela de la cabeza, no era normal, Daniel veía siempre mucho cine porno, la mayoría de sus fantasías sexuales en las sesiones eran las chicas perfectas de las películas, con sus vajinas rasuradas, sus pechos perfectos, mujeres objeto con un solo objetivo, pero Carla no, no sabia como era realmente, no la había visto desnuda, quizás se había obsesionado un poco con ella, quizás no la tendría que haber seguido por las tardes, por que realmente le gustaba, pero de otra manera, nunca tendría que hablar con las chicas de las películas porno, pero a Carla la vería el lunes, a la hora de almorzar, la vería y recordaría la sesión de hoy, y se excitaría, Daniel era un contradictorio, tenia a Carla como su amor platónico pero le daba vergüenza decirle a la cara las cochinadas que pensaba, las cosas que quería hacer con ella, porque a Daniel no le hubiese importado decirle a una actriz porno que le chupara el pene porque con toda seguridad la actriz porno habría chupado muchos penes ese día, pero Carla, no sabia como reaccionaria, posiblemente lo maldijera y le diera un bofetón, aunque por otro lado sabia a ciencia cierta que a Carla le iban las relaciones esporádicas, quizás no le hacia caso por que no actuaba de manera correcta, no le tiraba las indirectas adecuadas. Había llegado el momento, conquistaría a Carla,por mucho que le costara, la conseguiría.
Ahora Daniel estaba pletórico, ahora sabía lo que tenia que hacer, lo haría poco a poco y con buena letra, el lunes comenzaría su estrategia...
extraido del relato inacabado "mentecatos"(2005)
de Rubén Granados.
